La producción planificada para responder a la Semana Santa o el turismo internacional en verano se enfrenta a pérdidas que podrían superar los 600 millones de euros

Propollo, que representanta el 90% del sector avícola, solicita el apoyo financiero y fiscal a las administraciones públicas nacionales y europeas para el almacenamiento en frío, así como para incentivar las ventas en el mercado nacional e internacional

MADRID, 8 de abril de 2020. La Asociación Interprofesional de la Avicultura de Carne de Pollo (Propollo), ha realizado un llamamiento al Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como a la Comisión Europea, para dar respuesta a la crisis de producción y empleo que está afectando ya al sector avícola ante la nula actividad del sector HORECA en Semana Santa, y las previsiones de turismo internacional y local para el verano ante la emergencia por COVID-19.

Tras la respuesta ejemplar del sector avícola a la sociedad durante las dos primeras semanas de confinamiento en marzo, cuando tuvo que incrementar hasta un 25% la salida de producción hacia el canal de distribución (grandes y medianas superficies, hipermercados y minoristas), con los sobrecostes logísticos y de personal que esto significa, los avicultores vieron estancadas las ventas a partir del día 27 del mismo mes, hasta los niveles habituales en retail, y sin actividad en HORECA.

La ausencia de turismo internacional en Semana Santa (más de 7,1 millones de visitantes en abril de 2019), y las previsiones de verano, cuando se concentra un 63% de gasto equivalente a 54.000 millones € por más de 64 millones de visitantes, generará un descenso de demanda de carne de ave también en el canal retail.

Se estima que el consumo de pollo entre los turistas internacionales oscila entre 16 y 41 millones de kilos, para un consumo medio de 200g/estancia o de 500g/estancia. Por comunidades autónomas, las mayores caídas de consumo de pollo se prevén en Cataluña (17,54%), Comunidad de Andalucía (16,03%) y Madrid (14%), según análisis de Propollo. 

La producción total de aves (pollo) cada mes está en torno a los 46 millones de ejemplares, de los que un 25% se derivan al canal HORECA. El desplome de la demanda de este canal tiene un efecto especial en el apartado de pollos asados. Según cifras del año anterior, solo la demanda de pollos asados representó un 65% de las ventas en verano de 2019, muy ligado a grandes eventos y turismo en la costa.

Las pérdidas derivadas de la caída de la demanda podrían suponer hasta 600 millones de euros para el sector avícola. Sus efectos se notan ya en las compañías, de las que muchas de ellas son pymes y empresas familiares

Con el objetivo de paliar estos efectos, desde Propollo se solicitan las siguientes medidas:

  • Líneas de subvención para incentivo de almacenamiento en frío (congelado), dado el alto impacto que tendría en los precios de producción, para así no perder el producto procesado.  
  • Apoyo para mantener poblaciones parentales, que se verán mermadas si no se posibilita su crianza como medida de protección.
  • Incorporación de la carne de ave al programa sectorial del ICEX para campañas de apoyo a la exportación, pues es de los pocos sectores no considerados.
  • Reducción de impuestos que gravan la actividad de los ganaderos y de los industriales del sector de carne avícola, en consonancia con su papel como sector esencial para abastecer de productos alimentarios a la población.

Para Antonio Sánchez, Presidente de Propollo:

Nos encontramos ante una situación crítica para el sector ganadero y agroalimentario en general, pero con una incidencia especial en el sector de carne avícola, que representa un 23% de la producción nacional.”

“La incidencia de la caída del turismo en productos como los pollos asados tienen un impacto catastrófico en productores y granjas, especialmente vulnerables por su perfil familiar y rural en muchos casos.”

“Desde Propollo reclamamos a las administraciones públicas un plan de acción inmediato, pues las consecuencias para el empleo y el tejido empresarial están ya aquí, y como sector esencial para el abastecimiento de productos de primera necesidad de los consumidores españoles estamos asumiendo un compromiso ejemplar para responder a esta demanda, incurriendo en costes extraordinarios, para el que necesitamos apoyo inmediato”.

Madrid concentró en dos días (10 y 11 de marzo) una demanda de más de 410 toneladas, mientras que Cataluña y Andalucía crecieron por encima del 10% en su primera semana de confinamiento

MADRID, 2 de abril de 2020. La Asociación Interprofesional de la Avicultura de Carne de Pollo (Propollo: www.propollo.es), que reúne a más de 65 empresas asociadas en toda España, ha analizado la evolución de la demanda de pollo, pavo y otras aves en el canal de distribución durante las primeras semanas de marzo, primer mes de incidencia del coronavirus en nuestro país.

Según los datos de sus asociados, desde el inicio del cierre de colegios y centros educativos primero en Madrid (11 de marzo), y hasta el día 27 de marzo, se ha incrementado a nivel nacional un 25% la venta de este tipo de carne en los canales de distribución (grandes y medianas superficies, hipermercados, y minoristas) con respecto al volumen habitual previo, que estaba en torno a las 24.000 tm semanales.

En total se han puesto en los supermercados más de 6.000 toneladas extra en la semana del 9 al 15 de marzo, por 3.600tm en la semana  del 16 al 22 de este mes, y se ha normalizado de nuevo en la semana 23 al 29 de marzo. Esto supone incrementos del 25% y el 15%, respectivamente en las dos primeras semanas. Por otro lado, el pavo también vio incrementos en la demanda de la distribución sin que afectara al ritmo de producción normal.

El incremento generalizado de la demanda en la distribución estuvo acompañada de una drástica reducción del canal HORECA (Hostelería, Restauración y Cafeterías) a cero, por lo que los puntos de venta directo a los consumidores han absorbido esta producción, a la que se ha respondido con normalidad desde el sector.

En total, Propollo reúne a más de 65 empresas, con más de 5.000 granjas y centros de producción, 281 salas de despiece y procesamiento, y da empleo directo a más de 40.000 profesionales, representando al 90% del sector.

Madrid y Cataluña a la cabeza en consumo  

Por comunidades autónomas, Madrid, la primera en adoptar medidas de cierre de centros escolares, registró una demanda de más de 410 Tm solo en los días 10 y 11 de marzo, lo que supone un incremento del 15%, que ha subido hasta la media nacional del 25% en el periodo analizado. En la primera semana de confinamiento general, Cataluña registró un pico de demanda con un 13.8% (470 Tm); mientras que en Andalucía fue del 10% (520 Tm). Estas dos comunidades son las que más carne de ave consume.

Para Jordi Montfort, Secretario General de Propollo y portavoz de la Asociación, “el sector mantiene en activo todos sus centros de producción y en estos momentos está comprometido con la salud de los trabajadores para continuar con el abastecimiento normal del mercado, donde se espera una estabilización de la curva de demanda para el mes de abril. El equipo directivo está en permanente contacto con las Administraciones Públicas y Sanitarias para informar al sector de los diferentes cambios en las directrices, siendo una de las industrias con mayores exigencias y estándares en materia de bioseguridad para todo el personal.

Recomendaciones de consumidores

Desde Propollo se agradece a los profesionales y empresas productoras, así como toda la cadena de distribución, su implicación y compromiso en estos momentos. Y se realizan algunas recomendaciones para los consumidores:

  • Respetar el confinamiento y realizar el menor número de desplazamientos al exterior.
  • Optar por la compra a domicilio a través de empresas de referencia en la medida que sea posible.
  • No acumular innecesariamente sobre stock de alimentos, aunque sí realizar una compra planificada en función de las condiciones de conservación que dispongan en su hogar para evitar desplazamientos innecesarios.
  • Seguir unas normas básicas de higiene y desinfección de manos y superficies, así como zonas de manipulación de alimentos en la cocina para evitar contaminación cruzada (alimentos cocidos/alimentos crudos).
  • Cocinar los alimentos y respetar sus tiempos de conservación una vez cocinados.