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Declaración de AVIANZA sobre el impacto del apagón en el sector de carne avícola

El sector español de carne avícola ha reaccionado con rapidez y eficacia ante el apagón, gracias al compromiso de las más de 5.000 granjas, incubadoras y empresas integradoras, entre otros, que conforman nuestra cadena de valor. A pesar de la magnitud del corte eléctrico, las incidencias han sido muy puntuales, y la respuesta del sector ha permitido mantener la actividad en la cría e incubación de los pollos con garantías.


Las granjas e incubadoras han demostrado un alto grado de preparación, contando en su mayoría con sistemas de emergencia como grupos electrógenos, que en algunos casos incluso se duplican en instalaciones estratégicas. Esto ha permitido asegurar tanto el bienestar animal como el mantenimiento de los procesos críticos de incubación, especialmente en un entorno tan tecnificado y exigente como el nuestro.


A diferencia de otros sectores cárnicos, la carne avícola requiere una operación altamente coordinada, con procesos que van desde la incubación hasta la gestión de carne fresca, la transformación en preparados y la distribución en plazos muy ajustados. Esto exige una capacidad de respuesta y tecnificación superiores, y una planificación constante, como la que ya demostramos durante otras ocasiones como la Pandemia, Filomena o la DANA.


En el caso de las plantas de transformación, al tratarse de instalaciones industriales, muchas no disponen de grupos electrógenos, lo que ha generado interrupciones en momentos clave del procesamiento de animales. Ante cualquier duda sobre la integridad del producto, especialmente por rotura de la cadena de frío, se ha optado por la retirada preventiva de la carne, garantizando así que ningún producto comprometido llegue al canal de distribución.


La recuperación de la actividad está en marcha en todos los niveles: granjas, incubadoras, salas de procesamiento y distribución. En algunos casos se restableció ayer mismo y en otros está ocurriendo hoy. Aún estamos evaluando los posibles efectos sobre la fertilidad en las incubadoras, ya que habrá que esperar a la eclosión de los huevos para comprobar si ha habido alguna alteración.


Queremos agradecer profundamente el esfuerzo de todos los profesionales del sector, que una vez más han demostrado su capacidad de adaptación ante situaciones extraordinarias. Gracias a ese trabajo previo y a nuestra sólida red logística, el sector mantiene su compromiso con el abastecimiento, la calidad y la seguridad alimentaria que esperan los consumidores españoles.


España cuenta con una cadena avícola robusta, responsable y autónoma, capaz de responder con garantías incluso en los escenarios más complejos. Y lo ha vuelto a demostrar.